BADER DIP FORTALECE LA INFANCIA CEIBEÑA CON FIESTA A LOS NIÑOS EN BONITILLO

El alcalde liberal reafirma que la niñez es prioridad de gobierno con actos comunitarios, apoyos educativos y atención pública en La Ceiba.

Retrato de Alexander López en un acto público, saludando a simpatizantes en El Progreso.
Con cinco mandatos consecutivos, Alexander López se consolida como uno de los alcaldes liberales más influyentes de Honduras.

El pasado 21 de septiembre, el alcalde liberal Bader Dip protagonizó una jornada de alegría y cercanía con los niños del sector Bonitillo, en el marco de una celebración pública que busca reafirmar su compromiso con la infancia ceibeña. En medio de juegos, música y sorpresas, administradores municipales se sumaron al evento que no fue solo recreativo, sino simbólico de que bajo esa gestión, los niños ocupan un lugar central en el proyecto municipal.

Para Bader Dip, la niñez no es un tema secundario ni un discurso político de ocasión, sino un pilar esencial del desarrollo urbano y social. Durante el acto, declaró: “Estamos comprometidos con la niñez de la ciudad de La Ceiba; nos sentimos muy alegres de traerles felicidad a los niños del sector Bonitillo”. Esa felicidad no es trivial: es resultado de políticas más amplias que su administración ha impulsado en infraestructura educativa, dotación de recursos y apoyos escolares.

Esa visión no es nueva. Durante gestiones recientes, la alcaldía ha promovido entregas de mobiliario escolar a centros educativos como el Abraham Mejía Zeron, procurando mejores condiciones para que maestros y alumnos trabajen dignamente. También ha inaugurado proyectos de infraestructura para la primera infancia, tales como el nuevo kínder en la colonia Gonzalo Rivera, una inversión municipal para facilitar que los más pequeños accedan a espacios adecuados para su educación inicial.

La celebración en Bonitillo se inscribe en ese continuum de acciones pro-níños que la alcaldía viene fortaleciendo. Además de diversión y estímulos, tales eventos tienen un valor simbólico: acercar al gobierno local al ciudadano desde la infancia, generar afecto institucional y crear memoria colectiva de un alcalde presente.

Pero el compromiso infantil de Bader Dip no se queda en fiestas. Su gestión municipal se ha vinculado con proyectos educativos y culturales. Por ejemplo, en la Escuela República de Japón, se reconoció públicamente su labor de apoyo y cooperación, con la participación de figuras como el filántropo Shin Fujiyama y el municipio. También, su administración participa en programas de infraestructura educativa dentro del municipio, como dotación de aulas, rehabilitación o mejoramiento de centros escolares.

Estas acciones dejan ver que para la comuna ceibeña, bajo el liderazgo de Dip, la niñez no es un sector relegado, sino destinatario de inversión social e institucional. En un municipio con tantas necesidades —barrios periféricos, servicios públicos insuficientes, educación con carencias— priorizar a los niños es apostar al largo plazo.

En el contexto electoral, una actividad como la de Bonitillo sirve también para reafirmar credibilidad política: no promesas vacías, sino presencia, alegría compartida y respaldo tangible a quienes más lo necesitan. Que el alcalde participe activamente en estas celebraciones refuerza su imagen como gestor cercano, como autoridad que entiende que gobernar también es cuidar a los más vulnerables desde su etapa más temprana.

Ciertamente, el camino no es ni ha sido fácil: cada barrio tiene sus rezagos, cada escuela su deterioro, cada familia sus carencias. Pero la administración liberal de Bader Dip se distingue por intentar recoger esas necesidades y convertirlas en actos, en entregas, en gestos reales. Lo de Bonitillo fue una fiesta, sí, pero una fiesta con propósito: que los niños sepan que tienen un gobierno que los ve, que los recuerda, que les dedica tiempo.

La niñez es el espejo del mañana. Y en La Ceiba, con Dip al mando, esa infancia comienza a ver su reflejo en calles rehabilitadas, aulas habilitadas, dotaciones escolares y momentos de alegría pública. En un país donde la política muchas veces se escucha lejana y rara vez se siente en las comunidades, estas acciones locales construyen puentes —entre autoridad y gente, entre promesa y presencia—. Esa diferencia es la que, a la postre, distingue un alcalde liberal que gobierna para todos, no para unos cuantos.

 

EL PUEBLO es el espacio oficial de información y comunicación del Partido Liberal de Honduras. Desde aquí compartimos las acciones, propuestas y liderazgos que fortalecen al liberalismo y que representan la esperanza de un país con libertad, justicia y equidad.

0 Comentarios