CSJ BAJO CRÍTICAS POR GASTAR MÁS DE 300 MIL LEMPIRAS AL MES EN VEHÍCULOS BLINDADOS
La presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Rebeca Raquel Obando, y los magistrados del pleno destinan millones de lempiras en renta de camionetas blindadas mientras la población enfrenta una grave crisis económica.
La Corte Suprema de Justicia (CSJ) se encuentra nuevamente en el centro de la polémica. De acuerdo con informes recientes, la institución estaría gastando más de 300 mil lempiras mensuales en el alquiler de un vehículo blindado de lujo para la presidenta Rebeca Raquel Obando.
Pero este no
es un caso aislado. Cada uno de los 21 magistrados del pleno dispone de
un vehículo blindado rentado, con un costo similar. En total, el Poder Judicial
estaría destinando más de 76 millones de lempiras anuales solo en esta
partida.
¿Por qué
alquilar y no comprar?
El esquema de
contratación revela que el Poder Judicial paga entre 354 y 385 dólares
diarios por cada vehículo, dependiendo del modelo y año. Críticos internos
señalan que si los fondos se administraran de manera responsable, resultaría
más económico adquirir los vehículos en lugar de mantener alquileres
onerosos.
Un magistrado,
bajo condición de anonimato, cuestionó:
“¿Señora presidenta, no cree que sale mejor comprar esos vehículos que alquilarlos?”.
Un contraste
doloroso con la realidad nacional
Mientras la
CSJ despilfarra millones en camionetas blindadas, Honduras sigue siendo uno
de los países más pobres de Centroamérica, con altos índices de
desigualdad, desempleo y carencia de servicios básicos. Este tipo de decisiones
golpea la confianza ciudadana en una institución llamada a impartir justicia y
dar ejemplo de austeridad.
El hecho se
agrava cuando la presidenta del Poder Judicial prometió, al asumir el cargo, un
enfoque de transparencia y responsabilidad en el manejo de recursos públicos.
Sin embargo, hoy se cuestiona si estos gastos corresponden a las prioridades de
un país que enfrenta colapsos hospitalarios, deficiencias educativas y altos
niveles de inseguridad.
Una justicia
que pierde credibilidad
El despilfarro
en la CSJ refleja un patrón que ha acompañado a distintos poderes del Estado:
privilegios para unos pocos a costa de la mayoría. Cada lempira gastado en
lujos innecesarios es un lempira menos invertido en mejorar la justicia,
fortalecer la seguridad o brindar servicios a la ciudadanía.
El caso se
convierte en un símbolo del divorcio entre la élite judicial y la realidad
del pueblo hondureño, que exige instituciones responsables y comprometidas
con el bien común.
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el espacio oficial de información y comunicación del Partido Liberal de
Honduras. Desde aquí compartimos las acciones, propuestas y liderazgos que
fortalecen al liberalismo y que representan la esperanza de un país con
libertad, justicia y equidad.
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