Semanario El Pueblo No. 6 - Jhosy Toscano
noviembre 01, 2025
Por: Sala de redacción Diario Digital El Pueblo
En un momento decisivo para Honduras, aparece
una figura que no es mera compañía política, sino parte esencial del proyecto
de renovación liberal: Iroshka Lindaly Elvir, esposa de Salvador Nasralla,
diputada activa y símbolo de esperanza para miles de mujeres y jóvenes.
Celebrar su aporte, su liderazgo y su compromiso es también reafirmar que el
liberalismo es viva memoria, construcción presente y promesa de futuro.
Iroshka nació en Choluteca el 15 de mayo de
1991. Fue modelo, concursó en Miss Honduras, y decidió convertir su imagen
pública en responsabilidad cívica. Es licenciada en Finanzas, y desde el 25 de
enero de 2022 ocupa escaño como diputada del departamento de Francisco Morazán.
En el Congreso nacional ha participado en comisiones clave como
Telecomunicaciones, Modernización Institucional, Asuntos Electorales y
Anticorrupción.
Una de sus propuestas más resonantes es que el
Congreso sea libre del narcotráfico y el crimen organizado, una plataforma que
alinea su voz con la del presidenciable Nasralla. En foros recientes ha
enfatizado que dicho cambio legislativo es indispensable para recuperar la
institucionalidad del país y generar confianza para atraer inversión extranjera
que dinamice el empleo juvenil.
Pero su verdadera fortaleza no está solo en los
discursos ni en las leyes; está en lo que representa como compañera de vida de
Salvador Nasralla y como figura visible del liberalismo que avanza. En un país
donde la política suele aislar a la mujer al rol ornamental, Iroshka propone
algo distinto: ser una primera dama real, cercana, activa, transformadora.
Muchas ven en ella reflejo propio: mujer joven,
con estudios, con visión, comprometida. Jóvenes universitarias, mujeres en el
comercio, madres de familia la observan como ejemplo de que no solo son
acompañantes del cambio, sino protagonistas del mismo. Cuando Iroshka aparece
en giras, actos políticos, entrevistas y debates, hace visible que el
liberalismo no es un proyecto de hombres solos, sino un pacto nacional que
requiere la fuerza, la creatividad y la sensibilidad de las mujeres.
Y ese rol se proyecta aún más si su esposo
conquista la presidencia. Iroshka no podría conformarse con actuar solo como
figura decorativa. En declaraciones oportunas ya ha dicho que el cargo de
“primera dama” es un título no constitucional, “decorativo”, y que ella
conservaría su rol como diputada para defender la agenda legislativa de
Nasralla con fuerza política propia.
Esa determinación es coherente con su perfil
liberal: no busca ocupar un trono simbólico, sino acompañar con liderazgo,
decisión y voz. Así, como parte del gobierno, puede canalizar programas
sociales dirigidos a la mujer y la juventud, supervisar políticas de cuidado,
promover emprendimiento femenino, capacitación técnica, salud comunitaria y
justicia social.
Ella encarna, en muchos sentidos, lo que
Morazán soñó para la patria liberal: igualdad de oportunidades, participación
ciudadana plena, sensibilidad hacia los más vulnerables. Con Nasralla como
cabeza del proyecto nacional y Iroshka como su compañera movilizadora, el
liberalismo proyecta una narrativa renovada: unidad con rostro humano, poder
compartido, compromiso real.
En este momento histórico, Iroshka aparece no
solo como esposa del candidato, sino como opción política con sustancia,
símbolo femenino de esperanza y agente de cambio. Su presencia en la campaña no
es ornamento: es fuerza política que inspira y convoca. Si Honduras decide
apostar por la transformación el 30 de noviembre, será también decisión de
respaldar a esa mujer que al lado del próximo presidente defenderá que el poder
no es privilegio, sino servicio al pueblo.
Que Iroshka Elvir de Nasralla sea primera dama
no es solo un título regio: es promesa de cuidado institucional, justicia
social y visibilidad constante para las familias hondureñas. Que su papel no
consista únicamente en acompañar al presidente, sino en cuidar al pueblo. Que
su voz represente a quienes han sido calladas. Que su acción honre el legado
liberal.
Y que cuando ese día llegue —con Nasralla al
mando— Iroshka no sea solo nombre, sino presencia viva en cada rincón del país.
EL PUEBLO es el espacio oficial de información y comunicación del Partido Liberal de Honduras. Desde aquí compartimos las acciones, propuestas y liderazgos que fortalecen al liberalismo y que representan la esperanza de un país con libertad, justicia y equidad.
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