CHAVISMO AGRADECE RESPALDO DE XIOMARA CASTRO EN MEDIO DE FUERTES CUESTIONAMIENTOS INTERNACIONALES

La presidenta hondureña reafirma su apoyo a Nicolás Maduro, un líder acusado de narcotráfico y violaciones a los derechos humanos, provocando críticas por comprometer la dignidad y credibilidad de Honduras.

La presidenta Xiomara Castro aparece junto a Nicolás Maduro, gesto que fue celebrado por el chavismo, pero que despierta críticas y preocupación en Honduras.

– El gobierno de Venezuela, a través de su Ministerio de Comunicación, agradeció públicamente a la presidenta Xiomara Castro por expresar su respaldo al mandatario Nicolás Maduro, tras el anuncio de Estados Unidos de aumentar a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a su captura.

En su mensaje en redes sociales, Castro afirmó que Honduras rechaza de manera categórica las acusaciones formuladas contra el gobernante venezolano, gesto que fue aplaudido inmediatamente por el chavismo como una muestra de solidaridad política.

Alianzas que comprometen la imagen del país

El pronunciamiento de la presidenta hondureña ha generado preocupación en sectores nacionales e internacionales que cuestionan la pertinencia de respaldar a un líder señalado por la justicia estadounidense y organismos multilaterales por su implicación en narcotráfico, corrupción, represión sistemática y un régimen autoritario que ha desmantelado la democracia en Venezuela.

Lejos de fortalecer la diplomacia hondureña, este tipo de posturas alinean al gobierno de Xiomara Castro con regímenes acusados de crímenes de lesa humanidad, debilitando la credibilidad del país en la esfera internacional y afectando su relación con naciones que sí defienden principios democráticos.

Análisis crítico

El agradecimiento del chavismo no es casualidad: refleja la apuesta política de Castro por consolidar un bloque ideológico que prioriza afinidades partidarias por encima de la dignidad del pueblo hondureño. Al apoyar a un mandatario con graves señalamientos, la presidenta arriesga no solo la política exterior del país, sino también la confianza de los hondureños que esperan un liderazgo transparente y comprometido con la democracia.

En lugar de distanciarse de regímenes autoritarios, Honduras aparece ahora como un aliado incondicional de Nicolás Maduro, lo cual envía un mensaje peligroso: que la dignidad nacional puede ser negociada en nombre de intereses ideológicos.

El mensaje de EL PUEBLO

Desde esta trinchera editorial afirmamos con claridad: Honduras no puede convertirse en cómplice de dictaduras ni legitimar a líderes acusados de narcotráfico y violaciones a los derechos humanos. La dignidad de nuestra nación no se negocia, y la presidenta debe entender que la verdadera solidaridad está con los pueblos oprimidos, no con quienes los oprimen.

 

 

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