LA UNIDAD LIBERAL: CAMINO A UNA VICTORIA CONTUNDENTE
Por: Óscar Francisco Ávila
Pensar en la unidad liberal es pensar en José
Cecilio del Valle, padre del liberalismo centroamericano, quien en 1820
expresó: “Un pueblo dividido es un pueblo débil; un pueblo unido es
invencible.” Hoy, esa frase se convierte en un llamado urgente para el nuestro
Partido, que enfrenta el desafío de recuperar su grandeza y devolverle
esperanza al pueblo.
Tras la última gran victoria del Partido Liberal,
con Manuel Zelaya Rosales como candidato, comenzó el período de mayor declive
en nuestra historia reciente. Su gestión, sus decisiones y, sobre todo, los
acontecimientos de 2009, no solo dividieron al país, sino que también
despedazaron al liberalismo, provocando rupturas internas, fuga de liderazgos y
la creación de nuevos partidos. De superar el millón de votos, caímos a menos
de trescientos cincuenta mil, perdiendo espacios de poder y debilitando nuestro
papel histórico como fuerza transformadora.
No podemos evadir la verdad: el gran responsable de
esa caída fue Manuel Zelaya Rosales, quien sacrificó la cohesión partidaria y
el proyecto liberal en función de sus intereses personales. Y es precisamente
por esa razón que hoy estamos llamados a derrotarlo en las urnas, no con odio
ni resentimiento, sino con la fuerza de la unidad liberal y el compromiso de
rescatar a Honduras del caos en el que se encuentra sumergida.
La búsqueda de esa unidad debe ser sin condiciones
ni imposiciones. La verdadera unidad liberal debe fundarse en la tolerancia, en
la capacidad de trabajar juntos a pesar de las diferencias, reconociendo que lo
importante no es quién lidero las corrientes, sino el proyecto colectivo que
ofrecemos al pueblo. Cada militante, activista, dirigente, líder, candidato y
autoridad debe entender que su compromiso no es con una facción, sino con
Honduras y con el liberalismo.
El trabajo partidario debe realizarse con amor,
convicción y pasión, porque solo de esa manera lograremos que el próximo
triunfo del Partido Liberal, a través de nuestro líder Salvador Nasralla,
sea una victoria CONTUNDENTE, capaz de cerrar de una vez por todas el ciclo de
división iniciado en 2009 y de demostrar que el liberalismo sigue vivo y
fuerte.
La historia del liberalismo nos recuerda que cuando
hemos estado unidos hemos sido invencibles. Lo demostramos en 1981 al
devolverle la democracia a Honduras, y podemos volver a hacerlo ahora. Pero
para lograrlo necesitamos dejar de lado el pasado que nos dividió,
reconciliarnos bajo los principios del liberalismo y derrotar en las urnas a
quienes nos llevaron al declive.
Hoy, más que nunca, el Partido Liberal está llamado
a rescatar a Honduras, devolver valores y principios a la política, y
conquistar con unidad el futuro. La meta es clara: la unidad liberal debe
conducirnos a una victoria histórica y contundente que cierre las heridas del
pasado y abra un nuevo capítulo de esperanza para el pueblo hondureño.
EL PUEBLO es el espacio oficial de información y comunicación del Partido Liberal de Honduras. Desde aquí compartimos las acciones, propuestas y liderazgos que fortalecen al liberalismo y que representan la esperanza de un país con libertad, justicia y equidad.
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